Page 174 - FANTASTICOS SUENOS
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EL LEÓN Y EL LEÓN Y
EL RATONCITO EL RATONCITO
E En la selva reinaba un profundo silencio. El sol de la tarde
calentaba y todos los animales aprovecharon para dormir la
siesta, menos un ratoncito gris que brincaba y jugaba a alcanzar su
propia cola. En una voltereta chocó contra el león que dormitaba,
perezoso. Al sentir el aliento del Rey de la selva en la cara, el
ratoncito comprendió que lo había despertado.
Al mismo tiempo, el león abrió un ojo y detuvo al roedor
pisándole la cola.
—¡Por favor, Rey león! ¡Ten compasión, no me hagas daño!
—suplicaba temeroso el ratón, tratando de liberar su frágil colita.
El león le contestó con rugidos estremecedores.
—Te lo suplico —sollozaba el animalito—. Retira tu pata y
déjame ir.
Al ver que no lo conmovía, cambió de estrategia.
—¡Oh, gran Rey de la selva!, ¡el más hermoso y fuerte de los
animales!, ¡todo en ti habla de grandeza! ¿Cómo, entonces, vas a
ensuciar tus elegantes patas con la sangre de un diminuto ratón?
Como ninguna de sus astutas palabras causaba efecto en el
león, se le ocurrió advertirle:
—¡No debes hacerme daño, porque algún día puedo
salvarte la vida!
El león lanzó una sonora carcajada y dejó ir al ratoncito
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