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Gramática
Ejercicio 28
La obra apenas ha empezado.
Hace una hora que llegué y tú ni siquiera habías
salido de tu casa. Hemos habitado en esa casa
desde 1998.
Llegamos corriendo porque creíamos que era
tarde.
Estamos participando en esa rifa para poder
ayudar a los ancianos. Hemos pasado toda la
noche en vela porque mi madre se estaba que-
jando mucho.
Yo no sé cómo podemos ir caminando hasta ese
lugar.
su perrito. Los dos ladrones resultaron ser los
hijos de la vecina, que al ver cómo Cuchufo se
escapaba decidieron ayudar a Pedro.
Cuando regresamos, tanto Pedro como yo nos
reíamos a las carcajadas por el incidente. Total,
el paseo fue, para mí, mucho más agradable de
lo que pude suponer.
Ejercicio 31
Ejercicio 29
Trabajo libre
Ejercicio 30
“Tan pronto como la sabiduría de escuela se lanza
a sus ensueños, aparece una cosa nueva entre el
cielo y la tierra: pero en cuanto es reconocida una
verdad, disminuye el número de tales cosas y se
apagan muchas supuestas estrellas. Empero, no
al punto. Así como decimos de las estrellas que
siguen luciendo para nosotros mucho tiempo
después de haber muerto, así lucen los errores
mucho tiempo después de haber sido refutados.
Si paramos mientes en la brevedad de la vida
humana, basta un error para iluminar a muchas
generaciones. Cuando, por fin, su brillo palidece
y se extingue, sigue mucho tiempo allí y no ex-
perimentan la mayor amargura que existe: ver la
estrella apagada”.
Ya era un poco tarde para ir a caminar por el
parque. Sin embargo, tanto me insistieron que
salí con ellos. No disfruté del paseo hasta que
Pedro comenzó a contarme sobre lo que le había
acontecido durante la noche anterior. Al correr
Tomado de: Federico Nietzche,
Tratados filosóficos, 1962, Ed.Aguilar, p. 206.
tras de su perro, desde el portón de su casa, fue
perseguido por dos ladrones que estaban escon-
didos en el jardín de su vecina. Seguramente
venían vigilando sus pasos, y ya sabían, con
seguridad, que como todas las noches sacaría
a pasear a su amado perrito, pensó Pedro. Lo
que ellos no podían saber era que Cuchufo se
escaparía ni bien él abriera la puerta de su
casa. Por lo tanto, ante este hecho evidente,
primero corría Cuchufo, luego le seguía Pedro,
y por último los dos pillos. Unos vecinos que
conversaban en el jardín, al ver el espectáculo
decidieron correr tras los ladrones, para salvar a
Pedro de ser atacado. Por fin lograron sujetarlos
por detrás, mientras Pedro seguía corriendo tras
Ejercicio 32
1. ¡Qué pintoresco es este pueblo!
2. 3. 4. 5. Es haciendo ejercicio como se mejora la salud.
Vengan ustedes el jueves para que les presente
a mi madre.
Fue entonces cuando Martha tomó tan desas-
trosa decisión.
El gran escritor Miguel de Cervantes Saavedra,
nació el 29 de septiembre de 1547, en Alcalá
de Henares, España.
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