Page 128 - CUADERNO-1
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Ambos asintieron con la cabeza y dijeron:
–Estamos de acuerdo.
Pero había un problema, Ixtab desconocía que Ixchel
estaba enamorada de Itzamná. Los hombres comenzaron
la lucha y justo cuando Itzamná iba a vencer al
príncipe, este lo hirió haciendo trampa y murió.
Ixchel, al ver a su amado morir, corrió
desesperada del lugar y gritó:
–¡No! ¡Es tu culpa, Ixtab! Te hago
responsable de lo que me pase.
Ixchel se quitó la vida e Ixtab le mandó
una maldición al príncipe por jugar
sucio y provocar la desgracia:
–Desde este día te maldigo, por ser
responsable de ponerle fin a la vida
de dos inocentes –dijo Ixtab.
Al final, las almas de las
doncellas de la princesa
guiaron a los
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