Page 41 - 5 Beneficios de la salud emocional
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“El que es bueno en familia es también buen ciudadano”. Sófocles
progresar laboralmente, vivir en ple-
nitud y disfrutar cada logro de sus
integrantes.
Los tiempos que corren, sin em-
bargo, suelen atentar de muchas
maneras contra ese núcleo esencial
para cualquier ser humano. Es fun-
damental, entonces, que seamos
capaces de generar actitudes y re-
forzar los valores para que la familia
siga siendo nuestro soporte.
Un firme nido
Apuntemos, ahora, algunos aspec-
tos a tener en cuenta para preservar
tan necesario refugio y plataforma
de lanzamiento:
El valor de las emociones
Poder expresar libremente nuestras
emociones en el seno familiar es
determinante a la hora de la comu-
nicación. Una familia en la que los
sentimientos no se comunican o se
expresan indirectamente, será una
continua fuente de malos entendi-
dos y, en consecuencia, de tensio-
nes y conflictos. Si todos podemos
ser claros en cuanto a manifestar
qué nos ocurre, y todos procuramos
comprender al otro, los acuerdos y
los apoyos estarán siempre al alcan-
ce de la mano.
El valor de todas las situa-
ciones adversas
Toda sociedad, toda familia, toda
persona atraviesa momentos difíci-
les, desagradables e incluso dramá-
ticos a lo largo de su vida. Sabemos
que esas son las instancias en las que
los peores sentimientos pueden lle-
gar a aflorar. Pero también sabemos
que si estamos advertidos las posibi-
lidades de manejarlas positivamente
son enormes. Convencernos de que
cada mal momento representa una
etapa amarga a superar, pero que,
al mismo tiempo, saldremos de ella
fortalecidos y habremos crecido un
poco más, es sustancial. Afrontar
las situaciones adversas desde esta
perspectiva hará que el grupo fami-
liar se una y se consolide.
El marco necesario: la familia
Los modelos familiares
La sociología reconoce dos modelos de
familia según los miembros que la inte-
gren. La familia nuclear es aquella que
está compuesta por padre, madre e hi-
jos, grupo al que también se le llama
círculo familiar.
Deberíamos hablar también de la fa-
milia extensa, en la que se incluyen abue-
los, tíos, primos y algunos otros parien-
tes que pueden o no ser consanguíneos.
¿No deberíamos hablar de familia la-
boral? ¿Y de familia humana?
El valor de los errores
Vivimos en un mundo en el que los
errores, las equivocaciones, suelen
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