Page 37 - 5 Beneficios de la salud emocional
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Cuando no dar afecto enferma
Ricardo Avenburg, un importante mé-
dico psiquiatra y psicoanalista argen-
tino, recuerda en uno de sus trabajos
que los afectos ocuparon un desta-
cado lugar en los primeros trabajos
de Sigmund Freud sobre la histeria.
“Los síntomas histéricos —escribe
Avenburg— tienen su origen en la
retención de afectos que, por diferen-
tes motivos, no pudieron ser descar-
gados en el momento en que fueron
provocados”. Es decir, la incapacidad
de brindar afecto en determinadas cir-
cunstancias perjudicaría tanto a quien
no pudo darlo como a la persona que
no lo recibió. Y ello al punto que, se-
gún Freud, allí estaría la raíz de una
patología como la histeria.
Apunta Ricardo Avenburg que el
“padre del psicoanálisis” acudía a la
técnica de la hipnosis para provocar
un imprescindible fenómeno de des-
carga de dichos afectos retenidos. Es-
cribe el autor: “El tratamiento consiste
en hacer, bajo hipnosis, que se evo-
que la situación original permitiendo
que el afecto se descargue como tal.
La retención del afecto y su ulterior
descarga constituyen, respectivamen-
te, el motivo de la enfermedad y su
tratamiento”. Dicho de otra manera,
el paciente brindaba afecto imagina-
riamente y sanaba.
En un mundo plagado de dinero y
relojes, quien no da afecto enferma y
enferma a los demás.
Los afectos: tiempo bien invertido
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