Page 81 - 4 Trabajo en equipo

“El que no sienta ganas de ser más, llegará a no ser nada”. Miguel de Unamuno
—Pues mi amo es suave con los inflexibles, bondadoso con los malos, con
los injustos es justo, y con los buenos, aún más bondadoso —replicó el otro
visir.
Al oír esa respuesta, el califa de Ranchipur ordenó a su cochero dejarle
paso, había comprendido que el de Bagdad era más digno de cruzar en
primer lugar. Supo que ese día había aprendido una lección sobre lo que
era la verdadera justicia.
La enseñanza
Este cuento expresa muy bien cómo a veces ser justo con el otro depende
mucho de nuestra amplitud de espíritu y templanza. Administrar el premio
y el castigo en un grupo u organización es una función para la que hay
que estar preparados y siempre listos a modificar si se ve el ejemplo de un
método superior.
Lo que no se puede evadir es la obligación de juzgar lo bueno y lo malo,
y que nuestra actitud posterior sea diferente
en cada caso.
El balance entre incentivos y confronta-
ciones definirá el tipo de motivación que
un líder ejerza sobre su equipo y, en con-
secuencia la productividad y los logros de
este.
La motivación es como un combusti-
ble para el motor de un automóvil. Un
colaborador no motivado estará virtual-
mente detenido, y no será acreedor de
premio o castigo porque directamente
no se le ha provisto de la energía ne-
cesaria para obrar.
Imagine a un vendedor que no
esté motivado. Es muy probable
que tenga serias dificultades para
convencer a un cliente potencial
de que compre el producto que
le ofrece.
En este simple ejemplo se ve
cómo la falta de aliciente reper-
cute directamente en la produc-
Premiar, castigar, actualizar
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