Page 29 - 4 Trabajo en equipo
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“Nada es tan fácil y tan útil como escuchar mucho”. Juan Luis Vives
posible interpretar el mensaje ajeno.
Incluso desde una mirada egoísta,
la falta de capacidad de escucha es
una de las causas importantes de
frustración al momento de resolver
problemas. Se ha comprobado que
una gran cantidad de estudiantes
fracasan en sus exámenes porque
no han escuchado correctamente o
la escucha ha sido parcial.
Es probable que buena parte de
la “sordera” que tienen muchas
personas se deba a que escuchar
implica tener el coraje de poder
aceptar nuestros propios errores,
revisar creencias y, eventualmente,
admitir como correcto el punto de
vista del otro.
La recompensa, entretanto, radi-
ca en que la capacidad de escucha
enriquece nuestra visión general de
la realidad, actualiza los conceptos
que tenemos sobre determinadas
cuestiones y nos brinda un más pro-
fundo conocimiento de quienes nos
rodean. Poder escuchar al otro es,
en cierta forma, escucharnos a no-
sotros mismos, en tanto y en cuan-
to alegrías, angustias, aflicciones y
disyuntivas suelen ser sentimientos
comunes a todos los seres humanos.
Compartir, por su parte, es la
esencia de la vida en comunidad.
Desde el principio de los tiempos,
el ser humano decidió agruparse en
clanes, tribus, etc., como una forma
de defenderse de los peligros que
lo acechaban y poder asegurarse
la subsistencia. Al igual que hoy, se
compartían códigos, leyes, creen-
cias, comida y abrigo. Enfrentar a los
enormes depredadores de entonces
y convertirlos, a su vez, en alimen-
to fue una tarea que el hombre solo
pudo llevar adelante cazando en
grupo, compartiendo riesgos y botín
con cada compañero de equipo. La
mayoría de los antropólogos coinci-
den en que sin esa forma de orga-
nización el ser humano, como espe-
cie, difícilmente hubiese perdurado.
Escuchar, compartir, estimular
El niño, la caverna, la oficina
Las distintas etapas de la vida de un ser
humano se corresponden, exactamen-
te, con las etapas evolutivas de la huma-
nidad toda. El instante en que un niño
comparte por primera vez su juguete
con otro se vincula con el momento en
que el hombre primitivo decidió aso-
ciarse con otros para perdurar como
especie. El momento en que un líder
comparte dudas y objetivos se equipa-
ra con aquel en que las sociedades co-
menzaron a crecer.
Amor, solidaridad y conocimien-
to, entre muchas otras formas de
manifestación humana, parten de
la práctica de compartir con el se-
mejante. El sustancial concepto de
familia perdería sustento si no se
basara en el precepto de compartir
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