Page 103 - 4 Trabajo en equipo
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“Debemos obrar como hombres de pensamiento y pensar como hombres de acción”. H. Bergson
El nudo gordiano
Es posible que usted haya escucha-
do alguna vez la expresión “cortar
el nudo gordiano”. ¿Dónde se ori-
gina y qué significa?”. Vayamos a lo
segundo. Esa frase alude al acto de
resolver un problema que parece in-
salvable mediante una acción tajan-
te e inédita. En su origen encontra-
mos, no podía ser menos, a un gran
líder como protagonista o, en todo
caso, a dos.
Cuenta la leyenda que en el si-
glo ix a.C., el oráculo de Sabazios
anunció a los frigios, envueltos en
una guerra civil y carentes de rey,
que debían coronar como tal al pri-
mer hombre que ingresara en la
ciudad montado en un carro tirado
por bueyes. Sucedió que el primero
en aparecer fue Gordias, quien iba
a consultarle al oráculo si el águi-
la que se había posado en su arado
debía ser considerada un augurio
de que se transformaría en rey. De
ambos lados pareció cumplirse un
designio divino y Gordias fue pro-
clamado rey de Frigia. El soberano
fundó la ciudad de Gordio y, en
agradecimiento a Zeus, instaló en
su templo el citado carro y ató la
lanza y el yugo con un prodigioso
nudo que nadie se atrevería a soltar.
Los extremos de la soga, incluso, es-
taban ocultos en el nudo mismo.
La ciudad de Gordio era estraté-
gica para dominar el Oriente des-
de el flanco occidental. Alejandro
Magno, joven guerrero con ansias
de conquistar el mundo, quería do-
minar Persia y debía atravesar dicha
ciudad. El mito de que solo quien lo-
grara desatar ese nudo conquistaría
Asia tenía un efecto psicológico en
locales y extranjeros, que debían in-
terpretar lo dificultoso de adentrarse
en esas tierras sin superar un gran
desafío.
Se dice que mucho tiempo des-
pués de instaurado el mito, en el año
333 a.C., Alejandro alcanzó la ciu-
dad de Gordio y todos los ojos esta-
ban puestos en la habilidad del joven
conquistador para desatar el inven-
cible nudo. De él dependía el paso a
un vasto territorio a conquistar.
“Tanto vale cortar como desa-
tar”, se dice que exclamó Alejandro,
y se libró del nudo con un golpe de
su espada. Fue una solución inédita
e inesperada, pero sin duda exitosa.
Alejandro Magno conquistó Persia y
su imperio llegó hasta la India.
El rey Salomón
El otro ejemplo es bíblico. Se dice
que dos madres solteras que com-
partían un mismo cuarto plantearon
al rey un enigma que solo él tuvo la
osadía de resolver. Sucedió que una
de las mujeres se había volcado du-
rante el sueño sobre su bebé y, en
la mañana, descubrió que este había
muerto por el involuntario aplasta-
miento. Entonces, la victimaria no
encontró mejor salida que apode-
Resoluciones singulares
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