Page 60 - 3 Metas y logros

“Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas”. Cardenal Richelieu
Capítulo 7
Y estaba absolutamente en lo cierto.
La historia de la humanidad se ocupó
de probar que fueron los detalles los
que determinaron el curso de esa
trayectoria colectiva.
Suele creerse que solo para el cien-
tífico la capacidad de observación es
un arma poderosa. No es así. Estudios
recientes han determinado que las
personas detallistas tienen un 35%
más de posibilidades de alcanzar los
objetivos propuestos que quienes no
lo son. En el ámbito académico, los
estudiantes detallistas obtienen un
rendimiento casi dos veces más alto
que quienes solo observan indiscrimi-
nadamente el conjunto.
Arquímedes descubrió el peso
específico de los cuerpos cuan-
do observó un detalle tan trivial y
cotidiano al que casi nadie le hubie-
se prestado atención. El científico,
aunque imbuido en complejas for-
mulaciones matemáticas, registró un
dato en apariencia irrelevante: toda
vez que entraba a la tina en la que
se bañaba, una cierta cantidad de
agua era expulsada del recipiente.
Concluyó, entonces, que si medía la
cantidad de agua que desplazaban
distintos cuerpos, podría saber cuál
era el peso específico de cada uno.
Desnudo como estaba, salió co-
rriendo a la calle mientras gritaba
“¡Eureka, eureka!”, o sea: “Lo en-
contré”. Era comprensible su eufo-
ria. Un detalle le había hecho descu-
brir una ley universal de la física.
Cualquier persona sabe cuáles
son las consecuencias que sobrevie-
Detalles de la seduCCión
En el arte de la seducción, la capaci-
dad para observar detalles es un arma
absolutamente poderosa. Registrar,
por ejemplo, que la ropa que lleva
puesta en ese momento su pareja es
la misma que tenía el día en que se
conocieron contiene para ella muchos
más mensajes que el de la simple ob-
servación del hecho. Dice, por ejem-
plo, que le interesa qué atuendo usa,
que se ocupa de mirarla con atención,
que recuerda con claridad, si no todos,
al menos la mayoría de los momentos
que ha pasado junto a ella, y que está
atento a cada uno de sus gestos, en la
medida en que vestirse de una deter-
minada manera es, con frecuencia, un
gesto dedicado al otro.
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