Page 58 - T11. Anatomia
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Núcleo
Sarcómero
Filamentos de miosina
El movimiento muscular es posible gracias a la compli-
cada composición estructural de las fibras musculares.
Frecuentemente los músculos trabajan en pa-
res para mover una articulación, por ejemplo,
mientras el bíceps en la parte frontal del brazo
se contrae para recoger el brazo, el tríceps, en
la parte posterior, se encuentra relajado; cuan-
do se estira el brazo ocurre lo contrario.
El fémur puede soportar hasta 3.6
toneladas de peso antes de romperse.
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Esqueleto
El esqueleto, aparte de dar estructura al
cuerpo humano y de proteger algunos
órganos importantes, también es fuente
de glóbulos rojos, blancos y plaquetas,
a través de la médula ósea, presente en
la parte esponjosa interna de los huesos
largos como el fémur y el esternón. De la
misma manera, el esqueleto funciona como
almacén de elementos indispensables para el
metabolismo celular como el calcio y
el fósforo.
El esqueleto está conformado principalmente
por dos tipos de tejidos: el cartilaginoso
y el óseo, ambos de tipo conectivo pero
con diferencias en estructura y utilidad. El
cartílago se presenta como tejido de sostén,
pero paralelamente aporta flexibilidad
a la zona donde se ubica. Aparece en el
extremo de muchos huesos, protegiéndolos
en las articulaciones; es parte importante
de la nariz y de las orejas; une las costillas
con el esternón, cerrando de esta forma la
caja torácica; da estructura a algunas vías
respiratorias como la tráquea y los bronquios;
y, finalmente, protege las vértebras, formando
anillos entre ellas.
Por su parte, el tejido óseo, representado
por el hueso, es la forma más dura de tejido
conectivo, debido a la secreción de fosfato
de calcio en sus fibras. Los huesos largos
presentan dos capas diferentes: la externa,
maciza y proveedora de soporte (hueso
compacto), y la interna, muy porosa y poco
densa (hueso esponjoso); de esta manera, se
logra dar funcionalidad al esqueleto pues se
obtiene la mayor resistencia posible con el
menor peso; además, el espacio en la parte
esponjosa de los huesos permite el desarrollo
de la médula ósea.













































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