Page 28 - TOMO1
P. 28

Capítulo 2
Edison, por su parte, estableció una
comparación absolutamente luminosa
respecto de la intensidad de las ansias
o deseo de triunfo: “El deseo pasivo
es semejante al fuego lento, que ca-
lienta solo el agua de la mente un poco
menos que hasta el punto de ebullición
y que, por lo tanto, no produce vapor. El
deseo activo es el fuego vivo que rápida-
mente calienta hasta producir el vapor de
la voluntad; entonces el vapor se precipita
en las válvulas, y en su momento se ponen
en marcha los émbolos y empiezan a girar
las grandes ruedas de la acción”.
El gato y el cabaLLo
Desde pequeños aprendemos que no son
exactamente lo mismo la felicidad y el or-
gullo que nos produce un triunfo alcan-
zado casi sin esfuerzo, que el que hemos
logrado merced a todo nuestro esfuerzo y
sacrificio. Este último, sin duda, tendrá un
sabor absolutamente especial y un valor
muchísimo más alto que el primero.
Trabajar en pos de un logro no solo
fortalece las capacidades psicológicas del
individuo, sino que otorga un muy alto
nivel de gratificación cuando ese trabajo
se ve coronado por el triunfo. Así, las an-
sias que nos impulsan al esfuerzo y al sa-
crificio deben ser poderosas y sostenidas
en el tiempo, lo cual implica una tarea
adicional. Pero la victoria que dichas an-
sias propicien justificará plenamente la
tarea.
24
RTimages






























































   26   27   28   29   30